Nuestra sociedad confía demasiado en las cosas materiales y en la comodidad. En nuestros tiempos las personas del mundo se esfuerzan por sacar a Dios, su presencia e influencia de la vida pública y la cultura. Se trata de quitarle el lugar a Dios y dárselo a la materia, a las cosas, al dinero. Los creyentes, hijos de esta sociedad, podemos caer en la tentación de dejarnos llevar por la corriente, y sacar a Dios del centro de nuestras vidas.
San Lucas nos presenta hoy cuatro bienaventuranzas y cuatro maldiciones o malaventuranzas. Las bienaventuranzas que Jesús proclama exponen el espíritu del Reino de Dios. Nuestra actitud ante las cosas del mundo nos da la medida de nuestra creencia en Dios y en su Palabra.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.