La alegría que pregonan las campanas, los aleluyas que resuenan en el templo son un signo claro del gran gozo de este bendito día de Pascua. Nosotros somos bienaventurados, pues hemos alcanzado la vida nueva que Jesús resucitado nos transmite por su Espíritu. Hoy es el día dedicado a la Divina Misericordia y este es el don que recibimos de Cristo resucitado. Disfrutemos pues de este tiempo precioso que el Señor resucitado nos regala.
Este es el enlace a las lecturas del día de hoy. Y cómo no, el evangelio dominical en vídeo.