Celebramos este fin de semana el trigésimo domingo del tiempo ordinario. Dos de las lecturas de hoy nos exhortan a la humildad y a la pobreza de espíritu frente a Dios, ya que por nosotros mismos no podemos nada. Nuestra actitud, por un lado, debe ser la de estar abiertos a los reclamos de Dios, y por otro lado, la de poner nuestra total confianza en El.
El evangelio, narrado por san Lucas, nos presenta una de las parábolas más expresivas: la del fariseo y el publicano. En ella aprendemos que nuestra actitud ante Dios y ante los demás seres humanos debe ser sincera, humilde y sin egoísmo. Nuestro Señor aceptó la actitud del publicano, del pobre y humilde, y por eso el éste regresó justificado, es decir, perdonado y salvado.
Estas son las lecturas este día. Asimismo como es habitual les dejamos con el vídeo del evangelio para disfrutarlo en familia.