Jesucristo se nos presenta no sólo como maestro sino como alimento. Demos gracias y alabanzas a Dios Padre que nos abre los ojos del corazón para reconocerle en las cosas sencillas como el pan.
Invoquemos al Espíritu Santo que nos ha sellado con su luz y su amor. Los judíos murmuran porque no comprenden el mensaje de Jesús.
La liturgia este domingo nos habla de la eucaristía, del verdadero pan de vida bajado del cielo, mismo que nos da la fortaleza para manifestar las grandezas de Dios en nuestra vida diaria.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.