Celebramos este domingo 15 de agosto la gran fiesta de la Asunción de María. El Señor ha hechos grandes maravillas, nos dirá ella. El Señor la ha glorificado y la ha convertido en luz de alegría y esperanza para nuestro caminar hacia Jesús. En este caminar estamos seguros que tenemos una madre y una intercesora que nos lleva a Cristo.
Las lecturas nos invitan a participar en un banquete. La comida no es ordinaria, es el propio Cuerpo y Sangre de Cristo. Para tener vida eterna, y no simple obligación debemos participar en la Eucaristía y comulgar el cuerpo y la sangre del Señor, atendiendo a su oferta e invitación. Para que esa comunión sea plena tiene que alcanzar también a los hermanos, al mundo y la vida.
Estas son las lecturas de este domingo y el vídeo del evangelio.