Bienvenidos hermanos y hermanas a la Eucaristía en este primer domingo de Cuaresma. Nosotros, los pecadores, estamos llamados al cambio y la conversión. Sólo Dios es nuestra fuerza en la prueba. Sólo Dios puede liberarnos de la seducción del maligno. Fecundados por la Palabra de Dios y alimentados con el cuerpo de Cristo podremos vivir este tiempo de desierto y de tentaciones y podremos ponernos al servicio del evangelio. Celebremos con paz y alegría este encuentro con Cristo.
Estas son las lecturas del domingo y el vídeo del evangelio.