Con mucha alegría nos reunimos en la casa de Dios para celebrar juntos esta gran fiesta mariana. Celebramos a Nuestra Señora del Pilar. Una antigua y venerada tradición refiere que la Santísima Virgen María, en …
Llegamos ya al Vigésimo Séptimo domingo del tiempo ordinario y nuevamente nos reunimos en la Casa de Dios para celebrar el encuentro dominical, y así, a través de nuestra participación activa en el banquete de …
Con esta celebración, del último domingo de noviembre iniciamos el año litúrgico. Esperamos ansiosamente la venida del Niño Jesús, Es un tiempo de espera y preparación, para que pueda entrar en cada uno de nuestros corazones. La liturgia durante todo este tiempo nos llama a estar vigilantes. Por eso es importante estar pendientes de todos los símbolos que la acompañan.
La corona de adviento es uno de ellos. ¿Quieres saber algo más? Haz clicaquí.
Este es el enlace de las lecturas de este I domingo. Haz clicaquí.También les dejamos con el vídeo del evangelio para que lo vean y disfruten en familia.
Gracias a Dios hemos llegado un año más al final de este curso litúrgico. Con la celebración de Cristo Rey nos presentamos en la preparación para la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, el Adviento.
Dentro del proceso en el que se va a decidir la ejecución de Jesús, el evangelio de Juan ofrece un sorprendente diálogo privado entre Pilato, representante del imperio más poderoso de la Tierra y Jesús, un reo maniatado que se presenta como testigo de la verdad. Precisamente Pilato quiere, al parecer, saber la verdad que se encierra en aquel extraño personaje que tiene ante su trono: «¿Eres tú el rey de los judíos?». Jesús va a responder exponiendo su verdad en dos afirmaciones fundamentales, muy queridas al evangelista Juan.
Escuchemos la palabra de Dios de este domingo. Haz clic aquí.
Celebramos este domingo el XXXIII del tiempo ordinario. Éste es el penúltimo domingo del año litúrgico. La Iglesia nos invita, a través de las lecturas, a permancecer alertas, vigilantes y aprovechando el tiempo que Dios nos da para prepararnos bien y poder un dia contemplar finalmente la victoria y resurrección para la vida eterna. Dios nos da un mensaje de esperanza y la Iglesia nos lleva a ver con optimismo el encuentro con el Señor en su segunda venida.
Este es el enlace de las lecturas de hoy. Además, éste es el vídeo del evangelio.
Este 8 de noviembre celebramos el XXXII domingo del tiempo ordinario y ya estamos en la antesala de la finalización del año litúrgico. Se acerca el tiempo de Adviento y la Navidad, pero todo a su tiempo. Vamos a ver qué nos regala la Palabra de Dios este día del Señor.
En el libro de los Reyes –que es nuestra primera lectura de hoy—se narra la historia del profeta Elías y la viuda pobre y que apenas tenía alimento para ella y para su hijo. Pero confió en el hombre de Dios y su alcuza se convirtió en milagrosa. De ella salía toda la harina y todo el aceite necesarios para hacer pan para siempre. Lo poco que tenía se lo dio al profeta y tuvo su premio.
El salmo 145 es el primero de la alabanza a Dios , es el final del Libro de Salterio. Los judíos lo utilizaban como oración de la mañana y nosotros como canto de alabanza al Dios que nos da todo lo que tenemos.
Se continúa, en la segunda lectura, la proclamación de los textos de la Carta a los Hebreos, en la que se hace un extraordinario canto a la condición de Cristo como Sumo sacerdote, como víctima única y como altar divino para el perdón de los pecados. Es nuestro salvador y nuestro intercesor ante Dios Padre.
El Evangelio de Marcos de hoy nos narra la historia maravillosa de la limosna de la viuda pobre. Y este relato enlaza con el de Elías de la primera lectura. Son los pobres más generosos que los ricos, dan todo lo que tienen y luego reciben el gran premio de Dios: el reconocimiento expreso de esa generosidad desde la óptica perfecta de Dios.
Este es el enlace de las lecturas de este domingo. Haz clic aquí.También te dejo el vídeo del evangelio para que lo vean en familia y disfruten.
La Iglesia del cielo siempre está unida a la Iglesia de la tierra mediante la Comunión de los Santos.
Pero hoy esa unidad la sentimos más estrecha al celebrar a todos esos hermanos nuestros que nos han precedido en el camino de la fe y que ahora gozan de la presencia de Dios para siempre.
Es el día de Todos los Santos. En él celebramos la felicidad para la cual Dios nos ha dado la vida y que es la esperanza de toda nuestra vida.
A esa Iglesia de los Santos nos encomendamos hoy con la esperanza cierta de llegar también nosotros un día a vivir esa alegría que ellos ya viven en plenitud.
Este es el enlace de las lecturas de este día. También les dejamos con el vídeo del evangelio.
Lo celebramos este domingo 18 de octubre. En el evangelio se da la situación de querer saber quien debe ser el primero después de Jesús, todos quieren hacerlo pero no ponen por delante el servicio y es eso precisamente lo que Jesús les hace ver a sus discípulos.
Ojalá podamos sacar la enseñanza y ser los primeros servidores en medio de donde nos desenvolvemos.
Este es el enlace de las lecturas del domingo. Asimismo y como viene siendo habitual, el vídeo del evangelio.
Todo niño necesita saber de la vida, y a veces se vuelve un preguntón fastidioso, que por qué así y por qué no, qué y cuándo, qué y cómo, y etc., etc. Y los grandes: ¡Terminala, que tengo mucho que hacer!… Pero también los grandes vivimos buscando la verdad de las cosas, que por qué yo soy yo y no otro, y al mirarnos al espejo nos preguntamos: Y yo ¿quién soy… y por qué y para qué? Jesús es la Palabra con la que el Padre responde a todos nuestros interrogantes y anhelos, es la Sabiduría infinita. Quien cree en él, no anda en tinieblas sino en luz de vida eterna. Por eso declara: Yo soy la verdad y la vida verdadera. Y por eso puede pedirnos una absoluta, alegre e incondicional entrega a su persona porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo… al tiempo que nos ayuda para que podamos concretar eficazmente esa entrega. Dios nos creó por puro amor y para que vivamos por Cristo, con él y en él hasta la consumación de todos en Dios, por siempre jamás. ¿Acaso habría algo mejor?
Este es el enlace de las lecturas de este domingo. Asimismo este es el vídeo del evangelio.
Todas las lecturas giran en torno al amor matrimonial, amor que es entrega y que transforma a todos.
Sacramento de la Iglesia, la unión matrimonial de los esposos en la fidelidad y entrega mutuas constituye la verdadera voluntad de Dios. Por lo tanto, una decisión en este sentido requiere cuidadosa revisión y reflexión. Hoy, cuando nos cansamos de escuchar el famoso ‘a ver cómo nos va’, debemos reconocer que decidimos más por emociones y sensaciones que por un real deseo de hacer feliz al otro.
Conviene, pues, que nos aboquemos a reavivar ese amor que une a los esposos con Cristo, fijándonos en aquello que nos une más que en lo que nos desune, forjando la admiración y la comunicación como herramientas que nos ofrece el Señor para superar las naturales dificultades.
Las lecturas de este domingo podrán verlas haciendo clic aquí.
Celebramos este domingo la última eucaristía dominical del mes del septiembre. El verano acabó, astronómicamente, hace unos días, y ahora se abre todo a la nueva actividad, al nuevo curso. Hemos de pensar en esas nuevas tareas con la base de las palabras que Cristo nos dirige hoy. Lanza una durísima condena contra los que producen escándalos, aquellos que escandalizan a los más pequeños, a los más débiles. Y hoy, desgraciadamente, hay mucho de eso en todos los lugares y estamentos. Sabemos, además, que Jesús no busca las exclusivas, ni las adhesiones inquebrantables. Acepta a todo aquel que está –de una forma u otra—cerca del Reino de Dios, aunque “no sea de los suyos”, “de los nuestros”. Esa ausencia de exclusividad sorprendió a los apóstoles, como, hoy, nos sorprende a nosotros. En fin, nos enseña Jesús que hemos de estar abiertos al bien, venga de donde venga. Iniciemos, pues, nuestra celebración con alegría y esperanza.
Este es el enlace de las lecturas. Asimismo este vídeo es el del evangelio.
El grupo de Jesús atraviesa Galilea, camino de Jerusalén. Lo hacen de manera reservada, sin que nadie se entere. Jesús quiere dedicarse enteramente a instruir a sus discípulos. Es muy importante lo que quiere grabar en sus corazones: su camino no es un camino de gloria, éxito y poder. Es lo contrario: conduce a la crucifixión y al rechazo, aunque terminará en resurrección. El grupo de Jesús atraviesa Galilea, camino de Jerusalén. Lo hacen de manera reservada, sin que nadie se entere. Jesús quiere dedicarse enteramente a instruir a sus discípulos. Es muy importante lo que quiere grabar en sus corazones: su camino no es un camino de gloria, éxito y poder. Es lo contrario: conduce a la crucifixión y al rechazo, aunque terminará en resurrección. A los discípulos no les entra en la cabeza lo que les dice Jesús. Les da miedo hasta preguntarle. No quieren pensar en la crucifixión. No entra en sus planes ni expectativas. Mientras Jesús les habla de entrega y de cruz, ellos hablan de sus ambiciones: ¿Quién será el más importante en el grupo? ¿Quién ocupará el puesto más elevado? ¿Quién recibirá más honores?
Inmersos en pleno mes de septiembre, pasada la festividad de Ntra Sra del Pino, nos seguimos adentrando en este año litúrgico con la celebración del Domingo XXIV del tiempo ordinario donde la Palabra nos sigue llegando a nuestras vidas. En el evangelio Jesús ante las dudas que la gente presenta respecto a su persona es directo y pregunta a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Esas mismas palabras las trasladamos a nuestro tiempo. Sin duda alguna las respuestas dadas por los amigos de Jesús, ¿podrían ser las mismas que las que diríamos nosotros hoy?. Es por ello que debemos hacer un alto en nuestro camino y contestar desde nuestro interior. ¿Te parece?.
Estas son las lecturas de este domingo. Y también te dejamos con el vídeo del evangelio para que lo veas y comentes en familia.
Los profetas de Israel usaban con frecuencia la «sordera» como una metáfora provocativa para hablar de la cerrazón y la resistencia del pueblo a su Dios. Israel «tiene oídos pero no oye» lo que Dios le está diciendo. Por eso, un profeta llama a todos a la conversión con estas palabras: «Sordos, escuchad y oíd».
En este marco, las curaciones de sordos, narradas por los evangelistas, pueden ser leídas como «relatos de conversión» que nos invitan a dejarnos curar por Jesús de sorderas y resistencias que nos impiden escuchar su llamada al seguimiento. En concreto, Marcos ofrece en su relato matices muy sugerentes para trabajar esta conversión en las comunidades cristianas.
Este es el enlace de las lecturas de este domingo. Y este es el vídeo del evangelio.
Este último domingo del mes de agosto celebramos este XXII domingo del tiempo ordinario. Queda atrás los dos meses de vacaciones por excelencia. Quizás nos hemos olvidado hasta de Dios, pues teníamos otras cosas en las que pensar pero pese a ello, Él no deja de querernos. Volvemos a nuestra vida cotidiana, con nuestros quehaceres, obligaciones. Es buen momento para hacer balance e iniciar el nuevo curso pastoral. Las lecturas de hoy nos hablan de la Ley de Dios y de los legalismos y anexos que se le habían ido haciendo a esa Ley divina a lo largo del tiempo, hasta que Jesús decide deslastrarla de todo lo que los hombres le habían ido agregando. (…)
Estas son las lecturas de este domingo. Asimismo les dejo con el vídeo del evangelio.
La Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la CEE organiza un acto de presentación del proyecto ‘La Palabra de Dios en Lectura Fácil’. Tendrá lugar en el Colegio de Nuestra Señora del Pilar (Madrid) el próximo martes 21 de octubre, a las 19.00 horas. El acto podrá seguirse de manera presencial u online. […]