Colaboración de nuestro amigo Paco Mira para este IV domingo de adviento, cerquita de la Navidad.
«Creo que todos entendemos que las nuevas tecnologías son indispensables. Les confieso que siento una envidia sana por aquellos que le han dedicado, en su momento, horas y horas a las nuevas tecnologías (ordenadores y programas, tablets, etc…) porque ahora es tiempo que han ganado y se defienden cual pez en el agua.
Sin embargo en lo que ya no estoy de acuerdo es que las nuevas tecnologías ahoguen el contacto físico y humano de las personas, y sobre todo cuando la justificación es por el ahorro de costes en detrimento de los usuarios: cuando en una entidad bancaria todo se hace «on line» y ya no queda tiempo para la cita previa, para que el anciano o el joven no avezado en las nuevas tecnologías, pueda solucionar sus problemas, pues complicado veo la cosa; y si encima ya damos por hecho (desde la entidad bancaria, por ejemplo) que tiene que ser así los modales o las formas hacia quien no lo comprende o no lo entiende, no suelen ser las mejores; en algunos ayuntamientos, por aquello de la cita previa, las colas al sol de justicia del sur de nuestra isla maquilladas con una carpa, suelen ser la imagen de lo que muchas veces criticamos y llamamos tercer mundo; no digamos nada cuando le tenemos que decir al médico por teléfono que nos duele la garganta o que tenemos un dolor en no sé donde y que el galeno tiene que imaginarse y nosotros nos enfadamos porque no nos entiende.
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