Hay días en el calendario que no deberían nunca de ser recordados. Siempre que en el calendario hay una fecha en rojo, es como las señales de tráfico: hay algo importante que merece la pena ser recordado. Pero eso también significa si tenemos o no los deberes hechos en relación a esa fecha. Cuando recordamos el día mundial contra el cáncer, es que por desgracia el cáncer no está erradicado; cuando recordamos el día mundial contra el hambre, es que por desgracia no la hemos superado. Hoy recordamos la VII jornada mundial de los pobres. No para celebrarlo, sino para tomar conciencia de lo que no debería haber.
Cuentan que un hombre huérfano paseando por la Gran Vía de Madrid, vio una mujer, que en medio de cartones, pedía una limosna. No solía dar a nadie dinero, pero no sabe ni como ni por qué, a aquella mujer sí le dio. La miró y le preguntó si se llamaba Azucena. Lo que ella negó en un principio, al final acabó confesando que sí. Era su madre adoptiva. Hoy el Papa Francisco nos recuerda esta jornada, con el lema No apartes tu mirada del pobre.